Una de las exquisiteces de la repostería internacional es el llamado Pastel Ruso de origen español y típico de Huesca. Su historia lo hace aun más atractivo. La española granadina Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia, tras casarse con el emperador Napoleón III, llevó cocineros españoles. Con motivo de la exposición Universal de Paris de 1855 se ofreció un banquete con un invitado de honor, su alteza el Zar de todas las Rusias Alejandro II, como postre la emperatriz eligió este pastel que tras probarlo, el Zar y su corte quedaron fascinados, desde entonces fue bautizado con el nombre de Pastel Imperial Ruso, llegando a nosotros como Pastel Ruso.